lunes, 30 de julio de 2012

Estudio en escarlata

 Chicos de 2°D: Acá está la dirección donde pueden entrar para bajar la novela que estamos leyendo.

http://doncirilo.com/wp-content/uploads/2011/07/Estudio-en-escarlata-1887.pdf

miércoles, 4 de julio de 2012

Para informarse

Les recomiendo que entren a este sitio donde encontrarán las noticias de nuestro país, las efemérides y algunas notas más.
http://www.zoomnoticias.com.ar/

miércoles, 6 de junio de 2012

Nota publicada en ZOOMNoticias. com.ar

El escritor estadounidense Ray Bradbury falleció hoy en Los Ángeles a los 91 años de edad. Así lo informó Danny Karapetian, su nieto, en un comunicado publicado esta mañana en la página oficial del autor.
“Si tengo que realizar una declaración, sería la de cuánto le quiero, cuánto le echo de menos y cuánto deseo oír los recuerdos que los demás tienen de él”, escribió Karapetian. Autor del libro de relatos Crónicas Marcianas y la novela Farenheit 451, entre otros varios trabajos de narración, Bradbury era considerado el padre de la ciencia ficción contemporánea por determinar, así como hicieran en siglos anteriores Julio Verne o H.G. Wells, el imaginario que sobre el futuro se forjó el siglo XX, es decir, un adelantado a la época y visionario del futuro. Entre otros aportes a la cultura popular hechos por Bradbury, destaca el cuento “El ruido de un trueno”, que fue llevado al cine en el 2005 bajo el título de “El efecto mariposa”. Bradbury transformó sus sueños de infancia y temores de la Guerra Fría en marcianos telepáticos, monstruos marinos enfermos de amor, y su visión de un futuro en el cual los bomberos queman libros, en "Fahrenheit 451". También escribió los guiones de la película "Moby Dick" de 1956 y de varios capítulos de la serie de televisión "La dimensión desconocida". "Crónicas marcianas", uno de sus libros de cuentos más célebres, es una alegoría sobre la Guerra Fría en el que los acontecimientos en otro planeta sirven como un comentario sobre la vida en la Tierra. Entre sus influencias literarias se cuentan las obras de George Orwell (autor de "1984" y "Rebelión en la granja", entre otras) y la literatura política, así como la tradición de la novela épica norteamericana.

Murió Ray Bradbury, el padre de la literatura de ciencia ficción contemporánea

martes, 5 de junio de 2012

http://www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/712/Mariano%20Moreno

Un diario para Uds. vamos a leer noticias de actualidad!

http://www.zoomnoticias.com.ar/index.php

lunes, 4 de junio de 2012

Género peridístico: ayer y hoy


Género Ayer
En torno de 1810, surgen los periódicos, publicaciones de aparición  medianamente regular en su frecuencia de edición (que solía ser semanal),  como únicos medios de expresión pública, más bien órganos de difusión de ideas políticas.
Su aparición esporádica se debía, en parte, a que dependían de una única imprenta: la de Los Niños Expósitos, en ocasiones excedida en su capacidad de producción. En aquella época, se trabajaba con “letras de molde”, es decir que cada una de ellas era de plomo tallado o fundido, montado sobre una base de madera individual, con las que el oficial imprentero debía armar cada palabra letra a letra. A esto se deben los muchos errores ortográficos y gramaticales que plagan los periódicos de entonces.
Con el correr del tiempo, se sumaron otras imprentas, que incorporaron avances tecnológicos como la xilografía (un grabado a partir de una matriz de madera, tallada en relieve o el grabado de una plancha de cobre o el hueco grabado de una matriz de metal) y la litografía (bajorrelieve efectuado sobre una piedra), que permitieron anexar imágenes a los textos escritos.
La mecanización definitiva de la imprenta no se consiguió hasta el siglo XIX, cuando se sustituyeron la tabla de presión y el molde de impresión por superficies cilíndricas, dando lugar a las primeras rotativas.
Desde las décadas de 1860 y 1870 en adelante, se incorporaron algunas  fotografías en publicaciones como “La Ilustración Argentina”, “El Mosquito”, “La América del Sud”, y la destacada “Caras y Caretas”.
Al analizar tres periódicos del siglo XIX, como lo fueron “La Gazeta de Buenos Ayres”, “La Moda” y “El Zonda”, se encontraron las siguientes semejanzas:
En la portada de estas publicaciones se destaca el cabezal o cabecera, que señala su identidad, su imagen corporativa, por aquel entonces, sin logo alguno. En ella, están incluidos datos como la fecha de publicación, el número de edición y el precio. El nombre del periódico es el elemento inicial que sirve para atraer el interés del lector hacia el que va dirigido.
En las imágenes precedentes, se observa que era frecuente en los periódicos de entonces, la presencia de un lema, síntesis de su mirada filosófica o la ideología a la que adhería.

jueves, 31 de mayo de 2012

Teseo y el Minotauro, obra de teatro en cuatro actos creada por los alumnos de 2° año


                                                   Teseo y El Minotauro
Acto I
(Palacio de Egeo. Al fondo, por una amplia ventana, se divisa un barco con velas negras listo para zarpar.                                                                        
Teseo viste una túnica corta, sandalias y lleva una espada en el cinturón.)                                                                                            Teseo: (de pie frente a su padre, aprieta su mano derecha sobre la empuñadora de la espada) -Padre, el rey de Creta no puede seguir impidiéndonos  tan duro castigo… Pasó mucho tiempo desde que fuimos vencidos… Los jóvenes atenienses no deben seguir muriendo por aquella derrota.                                                                                Egeo: (Mirando con tristeza a Teseo) -¿Qué podemos hacer, Teseo, Hijo mío…? La nave esta lista(Alcanzando du mirada hacia el )cielo)¡Oh, Zeus, nuevamente permites que Atenas se oscurezca con la sombra de la muerte.                                                                 Teseo: -¡Oh, rey, ya soy un hombre y puedo derrotar al minotauro! (Arrodillándose delante de Egeo) Déjame ir  en este viaje ,te lo ruego.                                                                                                                Egeo: -No sabes lo que dices, Teseo. No saldrás  con vida del laberinto. Ese monstruo con cabeza de toro te devorara.
Teseo: (se pone de pie) -Padre, volveremos con vida. (señalando al mar) Desde lejos divisaras las velas de nuestra nave volviendo victoriosa.                                                                    Egeo: -Teseo, hijo bien amado, que los dioses te protejan. (resignado) La nave que conduce lleva velas negras. Cuando regreses vencedor del Minotauro, cámbialas por velas blancas. De ese modo, a la distancia, conoceré la noticia de tu victoria.                    (lo abraza).   
                                                                                                   
                                Poseidón y Teseo
Acto II
(Una noche durante el viaje,  Poseidón, el dios de los mares, se apareció en el sueño de Teseo (mientras dormía en la cama). Sonreía.)
Poseidón: -Al despertar ¡sumérgete en el mar! Encontraras allí un anillo de oro que el rey Minos ha perdido y así podrás vencer al Minotauro.
Teseo: -Encontraré el anillo del Rey Minos y venceré al Minotauro.
Poseidón: -Se encuentra al fondo del mar cerca de Creta ¡Que tengas suerte!
Teseo: -¿Suerte? No la necesito, se que lo encontraré.
Poseidón: -Hablaremos cuando lo encuentres…
Teseo: (despierta del sueño) -Encontraré el anillo y le demostraré a Poseidón que soy muy valiente.
(Tiempo después)
Teseo: Encontré el anillo de Minos y soy muy valiente ¿lo ves, Poseidón?
Poseidón: Lo encontraste, qué bien, ahora vencerás al Minotauro ¡suerte!
Teseo: -Mataré al Minotauro ¡ya verá ese monstruo!                                                                    

                         Minos, Teseo y Ariadna
Acto III



(Teseo llega a Creta. Conoce a Ariadna y también al Dios Minos.)  

Teseo: -Te saludo, OH poderoso Minos. Soy Teseo hijo de Egeo.                                          Minos: -¡Mucho gusto! Teseo, espero que no hayas recorrido todo este camino para implorar mi clemencia.
Teseo: -No, sólo tengo un anhelo: no abandonar a mis compañeros.                                             Minos:-¿Te puedo hacer una pregunta?                                                                                  Teseo: -¡Si! Dime.                                                                                                                  Minos: -¿Te gustaría enfrentar al Minotauro?                                                                  Teseo: -Sí, para eso vine hasta acá, para que todos se den cuenta que soy  valiente.                                                                                                                         Minos: -Bueno, me parece perfecto. Ahora te presento a mi hija Ariadna.                                                                                                                                           Teseo: -¡Hola Ariadna! Mucho gusto, soy Teseo.
Ariadna: -¡Hola, joven! ¿Cómo te va?                                                                                   Teseo: -Bien. ¿Te gusta tejer?                                                                                                Ariadna: -¡Sí! Me encanta, algo que me permite reflexionar mucho.                            Minos: -Dejen de hablar, vengan a comer y a descansar.                                             (Teseo da un sobre salto: Alguien había entrado en su  habitación)                                                                                                                 Ariadna: -No temas, soy yo, Ariadna. Teseo, te imploro, no te unas a tus compañeros en el laberinto: jamás saldrás de él. No quiero que mueras.                          Teseo: -Sin embargo, Ariadna, es necesario, debo vencer al Minotauro.                                                                                                                                                                                                                Ariadna: -Es un monstruo. Lo detesto, y sin embargo es mi hermano.                        Teseo: -¿Cómo? ¿Qué dices?                                                                                              Ariadna: -Ah, Teseo, déjame contarte una historia singular…                                        (La muchacha se acerco al héroe para confiarle )                                                       Ariadna: -Mucho antes de mi nacimiento, mi padre, el Rey Minos, cometió la imprudencia de engañar a Poseidón: Le sacrifico un miserable toro flaco y enfermo en vez del magnífico animal  que el dios le había enviado.                        
Teseo: -¡Qué horrible estrategia!                                                                                      Ariadna: -No creas que quiero salvar al Minotauro.                                                                                                                               Teseo: -¡Ese devorador de hombres merece mil veces la muerte!Entonces lo  matare.                                                                                                
Ariadna: -Si llegaras a hacerlo, nunca encontrarás la salida del laberinto.                                                                                                                               Ariadna: -Teseo, si te facilitara el medio de encontrar la salida del laberinto, ¿me llevarías de regreso contigo?                                                                           Teseo- ¡Sí, Ariadna, seguro!                                                                                              Ariadna- Conozco los hábitos del minotauro (insistió) se cuales  son sus debilidades  y como podrías acabar con el. Pero esa victoria tiene un precio, ¡me sacas de aquí y me desposas!
Teseo- De acuerdo, acepto. Ni bien salga, nos casamos.                                               (Ariadna se sorprendió de que Teseo aceptara tan rápidamente  ¿estaba enamorado de ella? ¿O se sometía a una simple transacción? ¡Qué importaba!                                                                         Le confió mil  secretos que le permitirían vencer a su hermano al día siguiente  y el ruido de su voz se mezclaba con el obstinado choque  de sus agujas: Ariadna  no había dejado de  tejer).     




                                  Teseo y el Minotauro
Acto IV
(Frente a la entrada del laberinto)
 Minos: -¡Entren! Es la hora.                                                                                             Ariadna: (mientras los catorce jóvenes aterrorizados estaban uno atrás del otro en  el extraño laberinto) -¡Teseo! Toma este hilo y, sobre todo, ¡no lo sueltes! Así, quedaremos ligados uno con el otro. (Teseo toma el hilo y se va)                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             
Minos: - ¿Y Bien Teseo (se burla) acaso tienes miedo? (Teseo entra al laberinto)                                                                                                                          
Teseo: (rápidamente se unió a sus compañeros  que vacilaban ante una bifurcación) -Les digo que tomen la derecha. ¡Detengámonos! Escuchen, ¿no oyen nada? Llegamos (Murmuró) ¡El monstruo esta cerca! Espérenme aquí y sobre todo no se muevan.                                                                                                              Atenienses: -¡Bueno, Teseo, te esperamos aquí y no nos movemos! Pero cuidado con ese monstruo.                                                                                     (Teseo se encuentra con el minotauro, agarra una osamenta del suelo y le da un golpe. Poco a poco las fuerzas del minotauro declinan)                                                                                                                             
Atenienses: -Increíble… ¡has vencido al minotauro! ¡Estamos a salvo! (Teseo reclama su ayuda  para arrancarle los cuernos del  monstruo)                                                                                                                              
Teseo: -Así,  Minos sabrá que ya no quedara tribu para reclamar.
Atenienses: -¿De qué servirá? por cierto, nos hemos salvado. Pero nos espera una muerte lenta: no encontraremos jamás la salida del laberinto.                                                                                                             Teseo: -Sí (afirma mostrándoles el hilo) ¡miren!
(Inmediatamente, luego de muchas horas, emergieron a ser libres)
Ariadna: -¡Teseo… por fin! ¡Lo has logrado! (se abrazan)
Teseo: (en el puerto de Cnosos) -perforen el casco de todos los navíos cretenses- ordenó Teseo.
Ariadna-¿Por qué? (asombrada)
Teseo-¿Crees que tu padre no se dará cuenta? ¿Que dejará escapar a su hija con el que mató al hijo de su esposa?
(Cuando el sol se levanto Teseo  tuvo otro sueño extraño. Esta vez hizo su aparición otro dios: Baco)
Baco: (con voz de mando) -Es necesario que abandones a Ariadna en una isla. No se convertirá en tu esposa. Tengo para ella otros planes gloriosos.
Teseo: -Sin embargo (balbuceando) le he prometido…
Baco: -Lo se. Pero debes obedecer. O sufrirás la cólera de los dioses.  (Despertó, aun vacilaba. Al día siguiente la galera debió enfrentar una tormenta violenta que vio en ella un evidente signo divino)                                                        Teseo: -¡Debemos detenernos lo antes posible! ¿No ves tierra a lo lejos?
Vigía: -¡Sí! Una isla a la vista…Debe ser Naxos. (Desembarcan y esperan que el tiempo se calme)
(A la madrugada Teseo reúne a sus hombres y les ordena partir lo antes posible. Los hombres se marchan)
Guardián: -¡Una nave a la vista! Sí, es la galera que vuelve de Creta. ¡Rápido, vamos a advertirle al Rey!
Egeo: (loco de esperanza y de inquietud, acude a los muelles) -¿Las velas? ¿Puedes ver las velas y decirme su color?
Guardián: -Ay, gran Rey, son negras.
(Egeo, loco de dolor, se arroja al mar y se ahoga)
Teseo: (Va hacia el cuerpo sin vida de su padre) -¡Padre mío! ¡No… estoy vivo! ¡Vuelve en ti, por piedad!
Atenienses: (se inclinan hacia Teseo) -¡A partir de ahora, Teseo, eres el rey!
Teseo: (Triste) -¡Que este mar, a partir de ahora, lleve el nombre de mi padre adorado!
(Mientras tanto Ariadna espera en la isla a que se cumpla su destino, sin saber cuál será)

7 de Junio día del Periodista

Formato de la Gazeta de Buenos Ayres.

Este es el blog de Mabel Albondanza

En este blog Mabel publicará los texto literarios y no literarios que compartirá con sus estudiantes de secundaria.
Para disfrutar!